CRÍTICA

La segunda cinta del director aragonés Carlos Val, producida por José Ángel Delgado, ha comenzado su andadura en salas de Madrid, Zaragoza y Barcelona.

Protagonizada por Kimberly Tell (Movistar+ Hierro), Itzan Escamilla (Netflix Élite) y Críspulo Cabezas (Barrio), narra caminos de ida y vuelta.

Sinopsis: Sergio (Itzan Escamilla) ha conocido a un peculiar grupo de jóvenes que usan su afición al deporte para extender la palabra de Dios. No tarda en ver en ellos la solución para escapar de una realidad que no le satisface. En esa comuna vive Iris (Kimberley Tell), una“prostituta de Jesús”; nacida y crecida bajo los dogmas de su grupo. Inspirada por una pegadiza canción de los 80 titulada “Planeta 5000” con la que se identifica, Iris escapa junto a Mario (Críspulo Cabezas) buscando una libertad que no tarda en ser un espejismo.

‘Planeta 5000’ es una de esas películas pequeñas que brilla y luce más que muchas otras que acostumbran a tener mayor inyección y recursos. Este planeta demuestra un poderío inesperado, elevándose a ingenuo tesoro.Está  inspirada en la famosa secta Los niños de Dios y cuenta la historia de dos vidas entrecruzadas y marcadas por un secta religiosa. Dos realidades, dos planetas aparentemente opuestos, que atraen a sus personajes a una trayectoria de colisión inevitable. 

Su director pasó años documentándose, incluso entrevistando a ex miembros de la comuna. 6 años ni más ni menos para dar forma a este Planeta en el que estuvieron muy presentes los inquietantes cómics que la conocida secta utilizaba para evangelizar y que son fuente de inspiración reconocida y reconocible.

Esta película merece volar alto, así como la producción merece un reconocimiento porque se nota consistente y madura, con verdadera personalidad. No es habitual y menos en un proyecto de tan pequeña envergadura y ajustado presupuesto, que en el resultado se perciba la tozudez y empeño de ese departamento.

Y para despegue el que deberían alcanzar sus protagonistas, auténticos camaleones, sufridores y valedores de la ansiada libertad. Primer filme de Itzan y primer protagonista para Kimberley y sendas interpretaciones elevan, más si cabe, esta admirable sorpresa. No sin olvidar a un Críspulo Cabezas en el papel de un tierno y a la vez desafortunado Mario.

La película está plagada de pequeños personajes, que no por ello dejan de ser menos intensos e interesantes, que destacan e iluminan la narración, tal es el caso de una prostituta llamada Magda. ‘Planeta 5000’ es aire fresco en tiempos de consumo vacío, claro mérito de su director Carlos Val.

Aires alternativos dotan de mayor personalidad a la historia, un planteamiento retro y turbio plasmado en sus decorados y en la pureza fotográfica, que convierte varios momentos, especialmente los 10 primeros minutos, en escenas poderosas. Juventud, belleza y sexo con sonido tecno pop. «Los que entran, se quieren salir. Y los que nunca han venido, no sueñan más que con venir», dicta la canción del grupo valenciano Vídeo que, además de dar título al filme, se convierte en leitmotiv de ‘Planeta 5000’.

Mucha y muy variada música teje las tramas y escenarios de ‘Planeta 5000’, una película honesta y valiente que podéis encontrar actualmente en las salas alternativas, de momento en menos de las que merece, pero que vale la pena buscar y meterse un viaje.

Trailer: https://www.youtube.com/watch?v=VTvMQlMRid8&t=1s