Estreno de ‘INSOMNIO DE UNA NOCHE DE VERANO’, cine mudo al más puro estilo aragonés
El estreno de ‘INSOMNIO DE UNA NOCHE DE VERANO’ tuvo lugar en el Centro de Historias de Zaragoza el 22 de julio y se trata de un cortometraje del zaragozano Ignacio Romanos. Es una historia común, pero con un toque que, sin duda, la convierte en una trama completamente distinta. En un panorama cinematográfico protagonizado por la acción y los superhéroes, la cinta narra una sencilla historia sobre dos vecinos y sus respectivos problemas para poder dormir en una calurosa noche estival en clave de slapstick, algo muy poco común en nuestros días.
Se trata de un género representado por figuras de la talla de Buster Keaton y Charles Chaplin y que sobrevivió a través del tiempo gracias a dibujos animados como Tom y Jerry y El coyote y El Correcaminos; o personajes como Mr Bean.
El cortometraje, de tan solo 8 minutos de duración, fue rodado íntegramente en Edimburgo durante cuatro jornadas nocturnas. “Una obra de bajo presupuesto pero con mucha ilusión. Ilusión por el cine y por su bello lenguaje para narrar historias imposibles. Además, no es un corto de los que prodigan últimamente”, asegura Romanos.
El guión y dirección corren de la mano del zaragozano, que asegura que tuvo la idea en la capital de Escocia, donde comenzó a reunir a buena parte de su equipo. “Contamos con un gran número de españoles emigrados a tierras escocesas para poder seguir su sueño de cine, como Nelisa Alcalde (Directora de fotografía), Laura Jiménez (protagonista femenina del corto), la también zaragozana Irene borrero (dirección artística), Cynthia Lavado (Maquillaje) y Javier Lanillo (Jefe de eléctricos)”, relata el director.
También desde Aragón se desplazaron otros miembros del equipo como la productora Camino Ivars, el actor protagonista Roberto Lapeña y el ayudante de producción, Guillermo Úcar. También contaron con la presencia de la ayudante de cámara argentina Fernanda Montiliengo.
Musicalizar un corto
Tras el rodaje, la edición se llevó acabo en el Laboratorio Digital del Centro de Historias de Zaragoza, donde Guillermo Gil con la ayuda de Nacho Sahún y José Ángel Guimerá se dedicaron a montar el corto bajo la supervisión del director. Por último, y como buena obra muda, se llevó a cabo la composición musical del joven compositor aragonés Alejandro calonge, que tuvo que crear una música descriptiva que fuera narrando a la vez que las propias imágenes del corto.
Imagen del rodaje del corto.
