Muro de Bellos vuelve a la vida en ‘BAJO LA PIEL DEL LOBO’
Por Clara Vallés
Esta semana ha comenzado en Muro de Bellos –un pueblo deshabitado de la comarca de Sobrarbe– el rodaje de ‘BAJO LA PIEL DEL LOBO’. Un filme con Mario Casas como protagonista y cuyo rodaje que se extenderá durante cuatro semanas entre el valle de Pineta y Boltaña, en Huesca, y la comarca asturiana de Oscos.
Se trata del debut en la ficción Samu Fuentes, quien ya estrenara en 2008 el documental ‘MIRAFLORES’. No obstante, en el currículum de Fuentes figuran producciones como ‘PLONGER’, de Mélanie Laurent; ‘MARROWBONE’, de Sergio G. Sánchez, o ‘AQUÍ SIN PARAÍSO’, de José Antonio Quirós. Junto con el director, un equipo de 60 personas trabajan desde el lunes en la localidad oscense.
Las instituciones han jugado un papel fundamental para atraer de nuevo un rodaje a territorio aragonés. Por lo pronto, Aragón Film Comission y Diputación Provincial de Huesca han facilitado un permiso para poder rodar una escena en el Parque Nacional de Ordesa. Dicha grabación supondrá una inyección económica para la zona, por lo que no han tardado en ampararlo varios ayuntamientos de la comarca.
Casas regresa al Pirineo, como ya hiciera en el año 2014 con la película ‘Palmeras en la nieve’, encabezando una producción en la que se cuelan nombres como Irene Escolar, Ramón Barea o Kandido Uranga. Para ponerse en la «piel del lobo» el actor gallego no solo ha tenido que ganar peso sino que ha compartido tiempo con dos auténticos alimañeros.
La película, con guion del propio Fuentes, narra la historia de Martinón, un alimañero acostumbrado a vivir solo en el monte y que solo baja a los valles dos veces al año, al comienzo de la primavera y al final del verano, cuando comercia y consigue provisiones para el resto del año. Tras un tórrido y fugaz encuentro comienza a plantearse su actitud de lobo solitario. Así empezará a experimentar sentimientos que no podrá reprimir y, entonces, deberá decidir si opta por preservar y potenciar su lado más humano o abandonarse a su faceta salvaje.
La producción del filme, cuyo presupuesto rebasa el millón y medio de euros, corre a cargo de los navarros Nasa Producciones, en colaboración con Playground y Orreaga Filmak.