Dura, comprometida y sin premisas de caer en el dramatismo gratuito. Así presenta Steve McQueen su nueva película ’12 años de esclavitud’. La historia de un afroamericano libre que es secuestrado para convertirse en un esclavo de los centenares de campos de algodón que copaban el sur de Estados Unidos en el siglo XIX.

Sin duda se trata de las grandes candidatas a hacerse con el Oscar a la mejor película. El guión adaptado de la autobiografía de Salomon Northup llega a las manos del director británico y lo convierte en imágenes descarnadas interpretadas por actores en estado de gracia como el protagonista, Chiwetel Ejiofor, o un usurero y cruel negrero como es el personaje interpretado de forma magistral por Michael Fassbender. Entre tanta buena interpretación también destaca el descubrimiento de Lupita Nyong’o que en pocas escena se ha ganado el beneplácito de críticos y público y optará a la estatuilla como mejor actriz de reparto el próximo 2 de marzo.

La lucha de McQueen y de Brad Pitt –en las labores de productor- ha dado su fruto creando una de las películas más impactantes de 2013 –y de los últimos años-.

Con un globo de oro –a la mejor película dramática- y el Bafta al mejor film, ’12 años de esclavitud’ se presenta como una de las claras candidatas a llevarse el premio de la academia de Hollywood.

Tras ‘Hunger’ y ‘Shame’, McQueen se postula como uno de los directores más particulares del panorama cinematográfico con creaciones donde la humanidad y las acciones del ser humano están miradas con lupa desde sus inquisitivos ojos.