Por E. Delso y J. A. Delgado

Con un «gracias con amor» recibía ayer Ethan Hawke el Premio Donostia en el Festival de San Sebastián, reconociendo la admiración que siente por la historia del certamen y por anteriores homenajeados, como Robert Mitchum, Al Pacino o Anthony Hopkins. En su discurso de agradecimiento comparó el cine con una religión y definió a festivales como el donostiarra como instituciones sagradas. El poder del cine, sin embargo –continuando con la analogía– es que «no está restringido por fronteras, no pertenece a nadie y puede alcanzar a todos».

Por la mañana, en la rueda de prensa, Ethan Hawke, se sentía orgulloso de haber hecho ‘LOS SIETE MAGNÍFICOS’ –película que está presentando fuera de concurso– junto a compañeros de profesión a los que admira. Cree haber creado algo hermoso con lo que podrá disfrutar otra generaciónEsta «película de raza», en palabras del actor, es un remake de los ‘LOS SIETE SAMURÁIS’, del japonés Akira Kurosawa, que a su vez está basada en un hecho real con el que los guionistas de la original se toparon durante la documentación.

En la interacción con los periodistas en la sala de prensa del Kursaal, Hawke respondió con una cariñoso «I love you» cuando le felicitaron por su currículum y reconoció ser la muerte su principal temor. En cuanto a otros compañeros de profesión con quien querría hacer algo nuevo citó sin dudarlo a Denzel Washington, con quien ya hizo ‘TRAINING DAY’ en 2001, además del western en promoción.

El actor estadounidense afirmó que en estos momentos lo que más desea es «seguir creando, ser mejor, hacer más cosas» y, bromeando, «poder ganar otro premio como el Donostia dentro de 30 años». Sobre este proceso de aprendizaje, en relación con el entorno familiar, comentó que su hija acaba de empezar a actuar, algo que le está sirviendo para aprender a través de las preguntas que ella le hace, titulando la situación como «the mentor learns from the princess». Y es que del trabajo de un personaje explicó que solo se ve la punta del iceberg: «haces mucho trabajo creando, para quedarte con las partes que se muestran».

Por la noche, Hawke tuvo ocasión de agradecer al festival y al público el galardón recibido. Un premio para una celebridad a la que le gusta alternar cine comercial y cine independiente, conocedor de que cada actor tiene que aprender su camino y que no hay nada escrito. Su carrera está estrechamente ligada a la del realizador Richard Linklater, que fue citado en el discurso de la presentadora Edurne Ormazábal en la entrega del Donostia, con la trilogía ‘ANTES DEL AMANACECER’, ‘ANTES DEL ATARDECER’ y ‘ANTES DEL ANOCHECER’. Otros títulos destacados de su filmografía son la taquillera ‘TRAINING DAY’, de Antoine Fuqua –mismo realizador de ‘LOS SIETE MAGNÍFICOS’–, la generacional ‘EL CLUB DE LOS POETAS MUERTAS’, de Peter Weir, o ‘REGRESIÓN’, de Alejandro Amenábar, por la que no pudo estar presente en San Sebastián en su presentación. Este año ha regresado con la excusa ideal.

Imagen de Elena Delso: Hawke a su llegada a la rueda de prensa del Kursaal.

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