Cuando una trama recae en un actor lo suficientemente brillante como para no necesitar nada más, el resto es menos importante. Pero, cuando además le acompaña una buena fotografía, el resultado es brillante.

En estas dos premisas se apoyan ‘Caníbal’, la película de Martín Cuenca. El director andaluz cuenta la historia de un sastre granadino –reputado en la ciudad nazarí– que tiene un oscuro secreto: es un asesino de mujeres.

Una comedida actuación de Antonio de la Torre le da credibilidad a la psicología del protagonista. Un hombre en apariencia normal, con éxito laboral, pero con una gran dificultad en el trato con las mujeres.

En una atmosfera fría y con una gran utilización de los silencios, el actor consigue conmover al espectador aun a sabiendas de la maldad de su interior.

Estas son las cartas que muestra Martín Cuenca al jurado de la muestra oficial del Festival de San Sebastián: los conflictos interiores de un caníbal, la monotonía de un sastre, la evolución de una mente enferma. Un paseo por la complejidad del ser humano.

Fotografía de Iñaki Pardo.