“Buried”, de Rodrigo Cortés / crítica / por Miss Mancini

Que el director de una película se presente a las 12 de la noche delante de su público no es muy normal, pero que además lo haga insultando a su audiencia: «pero.. ¿qué hacéis aquí? Sóis unos enfermos, ¿lo sabéis, no? Váis a estar hora y media viendo a un tío dentro de un ataúd… estáis a tiempo de iros» es algo fuera de serie. Rodrigo Cortés nos conquistó con sus bromas y nos dio las claves justas para no «spoilear» su peli pero fomentar todavía más el gusanillo que los que estábamos en la sala (Borja Cobeaga, el director de «Pagafantas» incluído) ya traímos de casa. Y cumplió las expectativas con creces. Hora y media de tensión, claustrofobia y mucha imaginación para contar una historia con un solo actor, un teléfono móvil y la escasa luz que la pantalla del móvil o un mechero proporcionan. Ryan Reynolds convence (habrá que ver la versión doblada en español) transmitiendo toda la desesperación de su personaje en una fatal cuenta atrás con un frenético final.

Ahí va el último consejo que nos dio el director antes de ver la película: «Respirad bien hondo porque os va a faltar el aire…» y esto sí que no era broma…